Tras las dudas de que me pondré y mirar la previsión del tiempo, (no se cuantas veces) decidí salir con ropa de invierno y las botas de gore-tex precintadas en la parte superior. Más una mochila de "supervivencía", con guantes de invierno,calcetines térmicos, camiseta térmica y gorro (todo ello metido en bolsas herméticas), pues la previsión del tiempo era que podía llover durante todo el día.
En la espera de la salida nos respeto el tiempo y la posición en la calle de la salida era mucho más adelantada que el año pasado, lo cual nos podía ayudar a escapar mejor de los grandes tapones iniciales.
Traca de salida y empezó ha sonar " Autopista hacia el infierno"(AC/DC); un minuto y 20 segundos después de la traca pasábamos por el arco de salida, (frente a los 13 del año pasado)
Mi primo empezó a tirar para intentar escapar de los famosos tapones, y yo detrás, pues sabía que no debía perder esa rueda para tener un comienzo más fluido que el año pasado. El pulsómetro me marcaba que ese no era el ritmo mio para acabar el soplao (mi objetivo), y en el km 11 insistí a mi primo que el cogiese su ritmo que yo iba fuera de punto. Ya a mi ritmo empecé a afrontar los primeros puertos en los cuales lo que más me falto era la preparación psicológica ( que también hace falta), ...¿quien me manda a mi?..a mi no me vuelven a ver en una de estas... etc... En cada nueva subida pensaba en algo que me motivase para alcanzar la siguiente cima, ( este por la familia, este por los fantasmas, este por mi...) , y así hasta que alcancé más o menos el ecuador. Entonces ya me fue cambiando el chip, me decía a mi mismo que podía, quería y debía acabarlo. En cada avituallamiento recargaba las pilas para continuar sin pararme demasiado; en las subidas, aunque harto de bici, disfrutaba de las vistas de unos valles preciosos, y las bajadas me recargaban de energía.
Antes del último puerto nos metieron por una calleja "ciénaga con piedras", que muchos no entendemos como después de hacer muchos... km por carretera te meten en una de esas, ...pero es lo que hay.
En las zonas finales me empece ha encontrar con nuestros compatriotas "los alternativos" con los cuales cruzé cuatro palabras, pues yo seguía a lo mio, avanzar a mi ritmo. Las piernas se portaron bien hasta el final, pero temía cambios de ritmo o grandes paradas.
La guinda del pastel como ya se sabía estaba en el último puerto... para el final unas rampas del no se cuanto por ciento. Había tramos encementados los cuales practique "empuja-bike" lo que me servía para recuperar fuerzas y subir los tramos de tierra.
Al llegar a la última cima el tiempo se empezó ha torcer, pero ya no quise ni ponerme el chubasquero, me tiré hacia Cabezón con ganas de llegar. Fue poco más que un amago, y no se puso a llover en serio hasta unos minutos después de pasar por línea de meta.
En línea de meta lo primero que vi fue a mi hijo y al resto de la familia, deseosos de mi llegada. ! Alegría de haber acabado sin incidentes, emociones, felicitaciones...
PD. Muy contento sobre todo de haberlo acabado y bien , y con respecto al tiempo conseguido, mejor de lo que me esperaba.